¿Qué es la nube soberana?

¿Qué es la nube soberana?

Una nube soberana es un entorno de cloud computing diseñado para garantizar que todos los datos, incluidos los de las aplicaciones, los almacenados y los que viajan por las redes, se almacenan, procesan y gestionan en un determinado país o región, cumpliendo con las leyes y normativas sobre soberanía de datos de dicho país. 

Soberanía de datos es el concepto por el cual los datos digitales están sujetos a las leyes y regulaciones del país donde se recopilan, almacenan o procesan, incluso si están gestionados por una organización de otro país. Resulta un concepto esencial para proteger y asegurar estos datos, sobre todo para las entidades estatales y las empresas de sectores muy regulados, como el financiero o el sanitario. 

Con una nube soberana, las organizaciones se benefician de un control completo sobre los datos, además de seguridad y transparencia, y pueden evitar el acceso o influencia extranjeros. Las nubes soberanas suelen estar operadas por entidades o empresas nacionales en colaboración con proveedores de nube locales de confianza para garantizar la soberanía jurídica y operativa sobre la infraestructura digital y los datos.

La nube soberana resulta fundamental para que las empresas cumplan los requisitos de la soberanía digital.

Qué es la nube soberana

La información de de identificación personal (PII) individual constituye el tipo más común de información protegida por las leyes de soberanía. A veces también puede incluir la propiedad intelectual, los secretos comerciales, las prácticas comerciales, los datos financieros, etc. 

Las nubes soberanas suelen encontrarse en grandes centros de datos que pertenecen a hiperescaladores. Los usuarios autorizados pueden acceder a ellas mediante una conexión segura a internet o mediante enlaces de comunicación dedicados y "aislados" (no conectados a internet). 

Es importante señalar que cuando hablamos de soberanía de datos, a menudo se utiliza el término «residencia de datos». Pero se trata de dos cosas distintas. La diferencia es que la residencia de datos hace solamente referencia al lugar donde se almacenan físicamente los datos. Por ejemplo, aunque supiéramos que sus datos residen en servidores en Alemania, esto no nos diría automáticamente quién puede acceder a ellos. Ahí es donde entra en juego la soberanía de los datos: es lo estipula que sus datos estén sujetos a las leyes y regulaciones del país donde residen. Por lo tanto, incluso si su organización tiene su sede en los EE. UU., si sus datos residen en Alemania, deberán cumplir con la normativa alemana. 

Con una nube soberana, las organizaciones pueden obtener un máximo control sobre sus datos, infraestructura y operaciones, sin dejar de cumplir al mismo tiempo las leyes y normativas nacionales. Las características principales de una nube soberana son: 

  • Acceso restringido: es lo que limita quién puede acceder y usar la nube y, por lo general, se basa en la geografía, los roles organizacionales, las autorizaciones de seguridad o incluso la ciudadanía de una persona. En la nube soberana, únicamente los usuarios de confianza pueden acceder a sus datos y sistemas. 

  • Localización y residencia de los datos: cada empresa puede determinar dónde deberán residir las diferentes colecciones de datos, desde en un país en particular hasta una región concreta o incluso hasta en un único centro de datos. 

  • Estándares de cumplimiento estrictos: basados en la normativa nacional o específica de cada sector, entre estos estándares encontraríamos los controles técnicos sobre los datos, así como la forma en la que deben ser tratados, almacenados y protegidos. 

  • Políticas de soporte operativo: pueden exigir al personal del proveedor de servicios en la nube el cumplimiento de condiciones concretas, como la ciudadanía, la residencia y una autorización de seguridad. Cualquier miembro del personal que no cumpla con esas condiciones no podrá trabajar con la nube soberana. 

  • Redes dedicadas y seguras: se trata de un punto imprescindible para las nubes soberanas, y puede abarcar desde entornos apartados y aislados hasta configuraciones de VPN privadas. Esto mantiene a la nube soberana separada del tráfico de red regular y del riesgo de un acceso no autorizado. 

  • Cifrado avanzado: este factor esencial protege los datos en las nubes soberanas de los usuarios externos. Por norma general, cada empresa administra sus propias claves de cifrado, por lo que el proveedor de la nube no puede ver ni controlar los datos en la nube soberana.

Ventajas de la soberanía de la nube

Cumplimiento de la normativa local

Las nubes soberanas se diseñan para cumplir con los requisitos legales de aquellos países y regiones donde se almacenen los datos. Las organizaciones deben acatar sus leyes de protección de datos, los estándares específicos del sector y la normativa respecto a la privacidad, la seguridad y el control de acceso de los gobiernos. Aquellas que almacenen sus datos, cumpliendo los límites legales definidos por la jurisdicción local, mediante nubes soberanas ven reducido el riesgo de incumplimiento legal, están preparadas para una auditoría y, por ello, se ganan la confianza de reguladores y clientes.

Seguridad y privacidad de los datos

Las nubes soberanas mejoran la seguridad y la privacidad de sus datos gracias a sus estrictos controles de acceso, el cifrado avanzado y una infraestructura dedicada que evita el acceso no autorizado por parte de entidades extranjeras. Operan bajo la jurisdicción nacional y local, lo que reduce el riesgo de exposición de los datos debido a leyes extranjeras o programas de vigilancia internacionales. Sus elevados estándares de seguridad y funcionalidades de privacidad las convierten en un componente crítico de los departamentos de TI de aquellas organizaciones que trabajen con datos confidenciales o clasificados, incluidas las agencias gubernamentales y los proveedores de infraestructuras críticas.

Menor riesgo de filtración de los datos

Las nubes soberanas pueden protegerse de posibles filtraciones de sus datos ya que cumplen con las restricciones que se aplican a los usuarios autorizados según regiones específicas, además de aplicar estrictas autorizaciones de seguridad y cumplir con el marco legal y normativo local. Su infraestructura permanece aislada al tiempo que las redes dedicadas y las claves de cifrado administradas por el cliente colaboran para reducir la exposición y evitar accesos no autorizados. Otras medidas de seguridad pueden ayudar a reducir la exposición a los ataques más allá de la infraestructura de la nube pública, lo que dificulta el acceso a los datos por parte de actores externos y extranjeros.

Flexibilidad operativa

Con una nube soberana, las organizaciones pueden personalizar sus servicios en la nube cumpliendo así con sus particulares requisitos legales, exigencias de seguridad y objetivos comerciales. Asimismo, pueden elegir dónde se almacenarán sus datos y definir quién tendrá acceso en función de su ciudadanía, autorización o rol dentro de la empresa. Las nubes soberanas también proporcionan flexibilidad en su implementación, adaptándose a las necesidades de cada organización, ya sean estas las de un entorno completamente aislado o las de una configuración híbrida. Esta flexibilidad les permite mantener el control sobre sus datos, sin dejar de beneficiarse de la escalabilidad y la innovación de la nube.

Problemas de la soberanía de la nube 

Complejidad en el cumplimiento de la normativa y las diferentes regulaciones

Las leyes y normativas varían considerablemente de un país a otro y de un sector a otro, por lo que cumplirlas puede ser todo un reto. Las empresas no solo tienen que gestionar el complejo panorama de los requisitos legales, entre los que se encuentran la residencia de los datos, los controles de acceso, el cifrado, etc., sino que han de revisar esos estándares con frecuencia. La mayoría de las organizaciones invierten en asesorías legales, infraestructura especializada y auditorías periódicas para garantizar el cumplimiento continuado de la normativa.

Existe una dificultad añadida cuando se trata de alinearse con las directrices de cumplimiento con la normativa nacional e internacional, por ejemplo, en el caso de una organización que tenga que cumplir las leyes de Alemania en particular además de con las más generales de la Unión Europea. Toda esta complejidad dificulta la adopción de nubes soberanas.

Problemas de interoperabilidad

La interoperabilidad puede resultar un reto para las nubes soberanas porque, por naturaleza, a menudo se encuentran aisladas para cumplir la normativa al respecto. Este aislamiento restringe la integración con muchos servicios de la nube, así como con aplicaciones de terceros y entornos multicloud. Los diferentes estándares y API, combinados con la normativa de cada región, dificultan el intercambio de datos y la compatibilidad de sistema entre nubes. Mover las cargas de trabajo entre nubes soberanas y no soberanas también representa un desafío. Estos problemas de interoperabilidad reducen la agilidad y complican las estrategias generales de nube de una empresa.

Dependencia de proveedores locales

Es fácil para las organizaciones depender en gran medida de un único proveedor cuando se construye e implementa una nube soberana. Gran parte de cuyo trabajo es su personalización para cumplir las necesidades de soberanía únicas de la empresa. Y, si bien estas personalizaciones ayudan a mejorar su seguridad y el cumplimiento con la normativa, reducen la flexibilidad y pueden generar obstáculos a la hora de cambiar de proveedor o plataforma. Pasar a un distinto servicio en la nube podría requerir una reingeniería sustancial de las aplicaciones y la necesidad de una nueva certificación. En última instancia, la dependencia de un único proveedor puede suponer para una empresa el incremento de los costes, la ralentización de la innovación y un obstáculo en el mantenimiento de su agilidad.

Factores que debería tener en cuenta al adoptar una nube soberana 

Seguridad y privacidad de los datos

Es fundamental seleccionar un proveedor de nube soberana cuyas políticas de control y estándares de cifrado se adecúen a la normativa que las regula. Dicha normativa puede variar según sector o país, por lo que le recomendamos que se asegure de informarse de hasta dónde llegan la experiencia y la capacidad del proveedor para proporcionarle lo que necesita.

La selección del proveedor de nube soberana

Hay diferentes clases de proveedores de nube soberana, respaldados por, entre otros, distintos gobiernos, el sector privado o por ambos, llamados híbridos. Los que reciben el respaldo de un gobierno generalmente dan mayor importancia a la seguridad nacional, la soberanía de los datos y el cumplimiento de las leyes locales, pero pueden dominar menos o estar menos preocupados por las cuestiones comerciales. Los proveedores del sector privado a menudo se asocian con agencias locales y suelen ofrecer un poco más de escalabilidad, funciones más modernas y mayor capacidad de innovación, aunque pueden presentar problemas por ser de propiedad de otro país o estar bajo su influencia. Los proveedores híbridos combinan elementos de ambas clases, involucrando la colaboración de gobiernos y empresas privadas. Un proveedor híbrido puede suponer el equilibrio entre el cumplimiento con la normativa gubernamental y una mayor flexibilidad tecnológica.

Escalabilidad y flexibilidad

Al igual que la normativa, la tecnología va a seguir evolucionando, por lo que usted necesita ser capaz de adoptarla según aparezca. Para ello, su proveedor de nube soberana debe poder proporcionarle soluciones que ofrezcan la escalabilidad y flexibilidad que su organización va a necesitar en el futuro. Según su empresa crezca, la nube soberana tendrá que adaptarse a los avances en IA, aprendizaje automático, big data, análisis en tiempo real, además de a las futuras tecnologías que aún no podemos imaginar.

Soberanía de la nube en Europa

Cada vez más está aumentando en Europa la preocupación por la privacidad, la seguridad y el control de los datos. Al mismo tiempo, la cuestión de la soberanía de la nube va cobrando cada vez mayor relevancia, sobre todo a la luz de la CLOUD Act (Ley de nube) de EE. UU. y la creciente dependencia de los datos digitales en todo el mundo. La UE ha dictado normas como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), que es de aplicación en todos los estados miembros y que sienta unas líneas maestras de actuación muy estrictas sobre cómo las empresas deben procesar, almacenar y transferir datos.

Sin embargo, lo que más lo complica es el hecho de que cada país está dictando de manera individual sus propias leyes y normativas respecto a las nubes soberanas. Por ejemplo:

  • La iniciativa francesa "Cloud de Confiance" exige que los servicios certificados en la nube se encuentren alojados en proveedores con sede en la UE para evitar la influencia de normativas ajenas a la UE.

  • Alemania está interesada en la localización estricta de los datos y ha colaborado con socios privados mediante programas como Gaia-X, un proyecto de infraestructura federada de datos.

  • Otros países, como Italia y España, están promoviendo servicios en la nube nacionales o basados en la UE para reducir la dependencia de gigantes tecnológicos extranjeros.

Los detalles de estas nuevas normativas nacionales varían de un país a otro, lo que dificulta claramente la labor de las empresas que operan en varios países de la UE, pues han de gestionar tanto las regulaciones europeas como los estándares específicos de cada país. Esto puede afectar a su estrategia en la nube, la selección de proveedores y las operaciones para el cumplimiento de la normativa, lo que menudo requiere asociarse con proveedores locales o híbridos para garantizar la alineación con la legalidad, conservando al mismo tiempo la capacidad de acceder a las funcionalidades más modernas de la cloud.

El futuro de la soberanía

Una presión regulatoria cada vez mayor

Según vaya evolucionando la soberanía de la nube, es casi seguro que a nivel global se experimentará una presión regulatoria cada vez mayor. Gobiernos y sectores continuarán creando normativas cada vez más estrictas de localización y protección de datos, lo que llevará a las empresas a incrementar la demanda de nubes soberanas para cumplir con la dichas normativas y evitar el acceso no autorizado a los datos.

Enfoques híbridos y multicloud

Para seguir siendo ágiles, fomentando al mismo tiempo la flexibilidad, la innovación y la escalabilidad, las empresas seguirán cada vez más implementando soluciones de soberanía híbridas y multicloud. Las nubes soberanas pueden albergar los datos más confidenciales de una organización, utilizando nubes públicas para las cargas de trabajo no sujetas a regulaciones tan estrictas.

Tanto las organizaciones como los reguladores se verían beneficiados si desarrollasen estándares y marcos internacionales que hiciesen que el cumplimiento de la normativa fuera más sencillo, permitiendo una interoperabilidad global entre las nubes soberanas y otros entornos globales de nube.

Nutanix y la nube soberana

Nutanix ayuda a las organizaciones a fortalecer la soberanía de nube permitiendo que la protección de datos, el cumplimiento de la normativa y el fortalecimiento de la arquitectura de sistemas sean más sencillos, sin verse obstaculizadas por la dependencia de proveedores o los riesgos geopolíticos. Gracias a Nutanix, las organizaciones pueden gestionar las órdenes de soberanía complejas mejorando a la vez el rendimiento y la seguridad de las cargas de trabajo críticas. Ejecute aplicaciones y datos en cualquier entorno, aplique políticas de residencia estrictas, implemente un cifrado integral, diseñe un control de acceso granular, cree arquitecturas resistentes y opere de manera fluida en entornos desconectados o aislados. 

Gestionada de forma coherente tanto en el edge como en los centros de datos y las nubes públicas, la flexible y potente plataforma de Nutanix permite a las organizaciones controlar datos y operaciones, las ayuda a satisfacer las exigencias legales y permite a la empresa evolucionar de forma más rápida, segura y hábil.

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